Blog de opinión

Artículos de opinión del secretario general de UPA Aragón

jueves, 26 de abril de 2012

LOS JOVENES AGRICULTORES: PRESENTE Y FUTURO PARA LA AGRICULTURA


Es una realidad que la actividad agrícola aragonesa se enfrenta a muchos retos en el futuro sin parangón alguno en la historia para la supervivencia  del propio medio rural. La seguridad alimentaria, la competencia de países terceros, el cambio climático, los altos costes de los insumos…pero sin duda alguna el principal y mayor reto al que se enfrenta la agricultura europea, española y en concreto la aragonesa hoy en día es la del relevo generacional.
La globalización, la liberalización de las fronteras comerciales, el desigual reparto de los beneficios a lo largo de la cadena, la especulación en los mercados agrarios, los altos costes de producción y de las materias primas han contribuido a que se produzca una clara falta de rentabilidad en las explotaciones europeas que está haciéndose plantear a muchos jóvenes el abandono de sus tierras y el éxodo rural hacia otros sectores que aporten un mayor beneficio.
En muchos casos son motivos sentimentales, vocacionales o simplemente el hecho de contar con unas tierras heredadas lo que lleva a los jóvenes de hoy día a emprender un proyecto empresarial agrario.
Las estadísticas son reveladoras de un abandono continuado de la actividad agrícola, el envejecimiento de la población agrícola y un proceso generalizado de éxodo rural. De hecho sólo el 6% de los agricultores tienen menos de 35 años, mientras que alrededor del 34% de las explotaciones están gestionadas por agricultores mayores de 65 años.
Las diferentes instituciones europeas han señalado en varios dictámenes, informes y resoluciones el carácter estratégico de la agricultura y de la alimentación. Por ello, ha llegado el momento de avanzar en la definición de políticas o instrumentos concretos que hagan visible la apuesta de Europa por sus jóvenes agricultores en particular, y por su sector agrícola en general.
Es necesario no enfrentar a los jóvenes con los mayores, pues el éxito de la agricultura requiere de un éxito compartido, por lo que debe crearse un marco favorable para esquema de cese anticipado y favorecer nuevas formas de gestión compartida de la explotación.
Los numerosos jóvenes agricultores aragoneses, a pesar de su diferente origen y orientación productiva, coinciden habitualmente en subrayar los principales problemas que afrontan los jóvenes: el acceso a la tierra y el acceso al crédito. Cualquier estrategia que busque el éxito debe abordar de antemano estas cuestiones. Para Xavier Bourgeois, líder de los jóvenes agricultores belgas, es imprescindible un nuevo modelo que propugne un pago básico para los jóvenes agricultores y un Fondo Europeo de Garantía que facilite el acceso al crédito.
Actualmente la medida de ayuda para jovenes agricultores se enmarca en la medida 112 "establecimiento de jóvenes agricultores" en el marco de los programas de Desarrollo Rural.
El comisario Ciolos ha prometido a los jóvenes un nuevo paquete de medidas en el marco del primer y segundo pilar de la PAC. En estos momentos de redefinición de la PAC resulta imprescindible priorizar a los jóvenes en las ayudas directas, y de momento se ha dado un paso importante, aunque de momento insuficiente, mediante una ayuda específica a los mismos. La propuesta de la Comisión en el primer pilar es  para los agricultores menores de 40 años que se instalan para un máximo de 5 años (los EEMM deberán reservar hasta un 2% de su sobre destinado a pagos directos a esta medida) además de una ayuda a la instalación en el marco del desarrollo rural y un complemento del 25% del pago básico para 5 años y con un número máximo de hectáreas – hasta 89 ha en función del tamaño medio de la explotación en el EE.MM.
 No obstante aún resulta necesario mejorar esta medida: sería positivo un techo máximo (“top-up”) de al menos un 2%, e incluso del 3% de la dotación nacional. Este porcentaje cubriría las tan esperadas solicitudes de instalación de jóvenes agricultores en los años posteriores a la reforma. Debería permitirse a los Estados miembros decidir la distribución del 2% de la dotación nacional basándose en una definición de joven agricultor activo ligada al segundo pilar.
En cuanto a la cuestión de la simplificación, el “top-up” para jóvenes agricultores no debiera implicar ninguna carga administrativa adicional para éstos. Es legítimo tener medidas adicionales dirigidas a este grupo específico, porque considerando el desequilibrio demográfico, los beneficios de la acción superan las trabas administrativas. La implementación de un esquema para jóvenes agricultores causaría una carga administrativa adicional, pero los costos serían muy limitados, porque el número de agricultores que participarían en este programa no sería muy alto.
Considero que es favorable la relación de co-financiación de 80/20 para prioridades tales como la ayuda a la primera instalación pero sería necesario que Consejo y Parlamento Europeo aprueben dicha medida. Debido a los elevados requisitos nacionales las solicitudes de ayuda a la primera instalación muchas veces no tienen éxito. Por lo tanto sería muy positivo que hubiera un procedimiento de solicitud más sencillo. Las medidas de los jóvenes agricultores deben ser aplicadas desde el primer día de la reforma.


Año de referencia 2011

Hay una gran preocupación por que el año 2011 sea considerado como el de referencia para aplicar los derechos de obtención para el 2014. Considero que  se debe pedir que esta disposición no constituya una barrera que impida o dificulte la entrada a futuros jóvenes agricultores y para aquellos que en el futuro soliciten por vez primera la adquisición de derechos (“entitlements”). Además, deberían establecerse los mecanismos necesarios para garantizar que los derechos de la reserva nacional estén disponibles todos los años para aquellos jóvenes agricultores que los soliciten.
En estos momentos de redefinición de la PAC resulta imprescindible priorizar a los jóvenes en las ayudas directas, fomentar proyectos de intercambio entre agricultores, incentivar la participación efectiva de los jóvenes en cooperativas y en organizaciones agrarias, adecuar la formación a las necesidades reales del mercado, eliminar la complejidad en la PAC y potenciar las nuevas tecnologías para producir más y mejor.
La sociedad civil europea debe entender que los jóvenes agricultores no sólo desean ayudas, sino que su principal interés radica en la puesta en marcha de unas políticas amplias y coherentes que permitan consolidar un medio rural vivo y atractivo donde los jóvenes que decidan vivir de la agricultura puedan disponer de una renta digna y justa. De ello nos beneficiaremos todos.
A pesar del pesimismo generalizado que inunda en estos tiempos al sector agrícola europeo, se debe de luchar por aquello en lo que se cree y los nuevos pasos dados por la Comisión envían un mensaje de optimismo y esperanza para una nueva generación de agricultores que serán capaces de afrontar el gran desafío de la seguridad alimentaria, suministrando a los consumidores productos de calidad, sanos y respetuosos del medio ambiente.
                                  
José Manuel Roche
                                                           Secretario General de UPA-Aragón

miércoles, 11 de abril de 2012

ROBOS, UNA LACRA QUE NO CESA

La posibilidad de sufrir un robo está presente en cualquier propiedad por mucho que nunca se haya sufrido un asalto. Los daños colaterales y trastornos pueden ser elevados.
En el sector agropecuario, los robos producen una merma económica nada despreciable, debido a dos tipos de daños:
Daños directos:
1)    El valor material de lo sustraído.
2)    Los daños colaterales y destrozos sufridos durante los robos.
Daños indirectos:
1)    El lucro cesante como consecuencia de la pérdida temporal de los elementos productivos (plazos de reposición, días sin generar ingresos, gastos extraordinarios para su reposición, etc.).
2)    Aumento de gastos
·        1. El aumento de las inversiones en Seguridad privada.
·        2. El aumento de las inversiones en elementos de defensa pasiva.
·        3. El sobrecosto logístico  (traslado de maquinaria a garajes, vaciado de depósitos de combustible, etc.).
·        4. El tiempo dedicado a vigilancia o al estudio de opciones de seguridad.
Por tanto, la merma económica ocasionada por los robos es muy superior al valor del material sustraído y además algunos robos ni siquiera se denuncian. Todo ello hace que estemos ante un problema de mayor magnitud de lo que algunos creen. Y sin contar con el trastorno psicológico, la angustia y la sensación de impotencia. Muchos de los robos pueden evitarse.
No existe ningún método de seguridad que garantice al 100% la seguridad. La seguridad es la superposición de medidas que todas ellas en su conjunto minimizan la probabilidad de sufrir un robo. No se puede confiar sólo en un sistema de alarma.
Es necesario tomarse el tema muy en serio, dedicarle el tiempo necesario, ser observador e informarse adecuadamente a la hora de tomar las medidas necesarias, invirtiendo en seguridad de manera eficiente y con un presupuesto adecuado al riesgo que se corre.
La inversión en seguridad debería ser suficiente en relación al objetivo a evitar, pero inferior al riesgo de sufrir un robo. Siempre que sea posible.
A la hora de evaluar la inversión económica en seguridad, es importante que tenga en cuenta que las horas que usted dedique a evitar los robos, por vigilancia, acarreo de material o herramienta para evitar que sea sustraída, y otros muchos gastos indirectos forman parte del costo de la Seguridad porque el tiempo es dinero.
Elementos de Seguridad Pasiva
Fundamentalmente las puertas y persianas de seguridad, los cerramientos y vallados, rejas o alambrados. Pueden suponer una inversión importante aunque se amortice a largo plazo, por lo que hay que evaluar su eficacia antes de instalarlas.
Cuanto más aislada y menos visible sea una propiedad, menos eficaces serán, ya que los ladrones tendrán más impunidad para poder romper las protecciones sin ser vistos por nadie.
Medidas Disuasorias
Nunca hay soluciones genéricas.
De bajo costo son los carteles de advertencia, las luces que se encienden con detectores al paso de un intruso, o las cámaras de videovigilancia falsas. Estas medidas aunque son económicas no suelen ser demasiado eficaces.
Consejos de Seguridad
Muchas de las acciones encaminadas a evitar robos, provienen del sentido común y todos las practicamos con frecuencia.
Establecer relaciones con los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del entorno, así como con los vecinos y demás colegas de profesión. Las medidas de seguridad tomadas en conjunto aumentan la efectividad de las medidas individuales.
Prestar atención a la parte exterior del local y cuidar que no haya marcas exteriores. Algunos delincuentes marcan los locales en el exterior y luego realizan butrones sobre los locales marcados.
No permitir que bajo ningún concepto personas extrañas accedan a las instalaciones a proteger. En la mayoría de los casos, los ladrones estudian no sólo los accesos, sino el interior de las instalaciones, para detectar el material de valor y las alarmas instaladas.
En algunas ocasiones los ladrones disparan las alarmas, bien fortuitamente durante la “inspección previa” al golpe, bien para comprobar si dicha alarma es atendida, o incluso para averiarla durante un tiempo. Por tanto en las fechas posteriores a cualquier disparo, aunque éste pueda parecer fortuito, debe de prestar especial atención.
Estar alerta a posibles robos cercanos a su propiedad, ya que es frecuente que estos robos se repitan incluso por parte de los mismos asaltantes.
Intentar en la medida de lo posible no actuar con pautas fijas en cuanto a horarios.
No dejar las llaves en zonas de fácil acceso. Cambiar la cerradura en caso de extravío. Cerrar la puerta con llave cuando se sale, porque será mucho más difícil de abrir por un delincuente.
En el diseño de la seguridad pasiva, no sólo piense en las puertas y accesos sino en la compartimentación de sus instalaciones, armarios, claraboyas, ventanas, chimeneas y escondites donde dejar el material o herramientas de más valor.
En caso de producirse un robo, no tocar nada, facilitar todos los datos posibles y por supuesto llamar a las fuerzas del orden y denunciarlo.
Es importante tener controlados e inventariados aperos, maquinaria, o cualquier objeto o herramienta susceptible de ser robada, con fotos, números de serie, etc.
Las alarmas son una de las medidas de defensa más eficaces. Algunos elementos disuasorios asociados a las alarmas, como las sirenas o los luminosos rotatorios, no están siempre permitidos debido a los trastornos que provocan en el vecindario los disparos fortuitos.
En zonas remotas estos elementos disuasorios pierden eficacia, ya que los ladrones pueden tener tiempo a neutralizarlos antes de que alguien detecte y denuncie la situación.
Es importante dedicar un tiempo para evaluar si es oportuno colocar una alarma, y en caso afirmativo, estudiar cuánto invertir y qué tipo de alarma responde mejor a nuestras necesidades. Es también interesante que piense en que las alarmas hay que mantenerlas y operarlas, y todo ello requiere dedicación y tiene un costo añadido.
Tampoco ofrecen una solución definitiva, algunas veces son burladas ya que son alarmas vistas, normalmente colocadas a la entrada, y conocidas por los delincuentes. Ahí está otra clave, cuanto más particularizada sea una alarma, más difícil será saltársela para los delincuentes.

Félix A. Roche Gómez
Director Comercial
SERENO