Blog de opinión

Artículos de opinión del secretario general de UPA Aragón

miércoles, 28 de marzo de 2012

El cambio climático y las oportunidades empresariales en el sector agrario: “Los proyectos domésticos”

En tiempos de crisis debemos agudizar el ingenio y buscar fuentes de financiación  de entre las más variopintas fórmulas y maneras posibles.

Una opción interesante para el sector agrario de la que se habla poco, por ser desconocida y porque está poco desarrollada en Europa, es la de los mecanismos acordados a partir del protocolo de Kioto para la reducción de gases de efecto invernadero.
La UE tiene el firme compromiso de reducir al menos en un 20 % las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2020 respecto a los niveles de 1990. Además, en octubre de 2009, el Consejo Europeo respaldó el objetivo de reducir las emisiones entre un 80 y un 95 % de aquí a 2050 respecto a los niveles de 1990, en el marco de la Directiva IPPC. La Conferencia de Copenhague celebrada del 7 al 18 de diciembre de 2009 se inscribe asimismo en estos objetivos.
Las empresas han tenido que diseñar sus estrategias para poder cumplir con las obligaciones fijadas a cada instalación en términos de emisiones anuales permitidas de CO2. Los mecanismos de flexibilidad que se articulan en el Protocolo de Kioto para la consecución de estos objetivos son varios: el Mercado europeo de derechos de emisión, el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), la Aplicación Conjunta (JI, “Joint Implementation” en inglés),  el Comercio Internacional de emisiones y los Acuerdos Voluntarios.

Ámbito de aplicación

En toda la Unión Europea hay más de 12.000 instalaciones industriales sujetas al comercio europeo de derechos de emisión, que generan colectivamente más del 40% de las emisiones europeas de GEI. De ellas, aproximadamente 1.000 son españolas.

La lista de sectores y actividades incluidos comprende actividades energéticas (entre ellas están las plantas de combustión de combustibles fósiles mayores de 20 MW), refinerías, coquerías, producción y transformación de metales férreos, papel y pasta de papel, cemento, vidrio, ladrillos y tejas, cerámica e industriales. Las empresas que tengan instalaciones sujetas al régimen de comercio de derechos de emisión tienen, como se ha visto, unos topes máximos de emisión de CO2 para cada año. Para poder cumplir con esta exigencia, disponen de varias opciones: reducir sus emisiones en la instalación, acudir al mercado europeo de derechos de emisión para comprar las emisiones que hayan excedido su tope, generar mediante proyectos propios o comprar en el mercado internacional de carbono créditos provenientes de los mecanismos del Protocolo de Kioto basados en proyectos o comprar dichos créditos mediante la participación en los denominados “fondos de carbono” o directamente en el mercado internacional de carbono

Agricultura

Las explotaciones agrarias no están de momento contempladas en la lista de empresas sujetas al mercado europeo de derechos de emisión (salvo excepcionalmente  algunas grandes cooperativas que emiten grandes cantidades de CO2).

Por lo tanto las explotaciones podrían beneficiarse de oportunidades empresariales mediante otros mecanismos como los de acción conjunta y los Acuerdos Voluntarios básicamente (porque el Mecanismo de Desarrollo Limpio está pensado para su implementación en países en vías de desarrollo).

Dentro del mecanismo de acción conjunta hay un tipo de proyectos a destacar, que son los proyectos domésticos.

Un sistema de proyectos domésticos  es un mecanismo para la expedición de derechos de emisión o créditos en relación con proyectos ubicados en el territorio nacional para reducir emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de actividades que no están sujetas al régimen de comercio de derechos de emisión (fuente: Ley 13 / 2010, artículo 25). Alemania es uno de los países de la UE15 con más proyectos de Aplicación Conjunta desarrollados dentro de sus fronteras.

En España el 16 de febrero de 2010, el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, a través de la Autoridad Nacional Designada (AND) publicó una resolución por la que se aprueban directrices en función de las cuales la AND podría otorgar carta de aprobación a proyectos de Aplicación Conjunta en España por reducción de emisiones de N2O en la fabricación de ácido nítrico. A raíz de esta resolución se han aprobado 3 proyectos de esta tipología.

Dentro del inventario nacional de Gases de efecto invernaderos (GEIs), el sector agrícola produce el 9,6% de las emisiones. Dentro del sector, de mayor a menor contribución, para el año 2008 pueden citarse los Suelos Agrícolas, con más del 44% de las emisiones del sector, seguido por la Fermentación Entérica (32,5%) y la Gestión de Estiércoles (21,2%).
Es por tanto evidente, que las medidas con mayor potencial dentro del sector  serían aquellas que permitan capturar el metano liberado por la digestión de purines, todas aquellas iniciativas que reduzcan el N2O liberado por la gestión de suelos agrícolas y medidas que aumenten la digestibilidad del ganado doméstico.

El potencial de reducción mediante proyectos domésticos podría ser muy amplio ya que las necesidades de compra de créditos provenientes de mecanismos flexibles apuntadas en el II Plan Nacional de Asignación 2008 – 2012 se estiman en cerca de 290 millones de toneladas de CO2.

Los sectores potencialmente más interesantes para el desarrollo de proyectos domésticos son el transporte, residuos, agricultura y eficiencia energética y rehabilitación en sector residencial, comercial e institucional. Sectores con gran capacidad de generación de empleo y de contribución al crecimiento del PIB. La normativa europea y las leyes nacionales han abierto ventanas que permiten el desarrollo de un mecanismo de proyectos domésticos (Artículo 24a de la Directiva 2003/87/CE y Artículo 25 de la Ley 13/2010).

No deberíamos de esperar a que fueran las administraciones públicas nacionales o europeas las que impulsen estos mecanismos sino que deberíamos de ser proactivos en la búsqueda de nuevas fuentes de financiación y potencial de rentabilidad existente en las explotaciones agrícolas.
Las cooperativas y cámaras agrarias de  países como Francia y Alemania ya están llevando a cabo proyectos pioneros en este campo y sacando rentabilidad a los denominados en Francia “proyectos domésticos de CO2”.
Los españoles deberíamos tomar buena nota porque sin lugar a dudas, el cambio climático y el cuidado medioambiental son sectores con mucho futuro para la agricultura, y cuanto antes se empiece, más ventaja competitiva tendremos.

Javier Corrales Ciganda
Director de UPA en la Oficina de Bruselas

jueves, 15 de marzo de 2012

Agricultores y ganaderos, decisivos en la prevención de incendios

El pasado viernes me levanté con una sensación de impotencia al comprobar, una vez más, como eran pasto de las llamas el trabajo y las ilusiones de centenares de ganaderos y agricultores de la Comarca de la Ribagorza. No puedo entender que se hayan quemado más de 1.500 hectáreas de monte y pastos en el mes de febrero. Está claro que la climatología que estamos sufriendo este año tiene algo que ver, pero no sólo la extrema sequía es la causante de esta catástrofe. En mi opinión, podíamos haber hecho algo más para evitarlo.
Año tras año observamos cómo miles de hectáreas de nuestro patrimonio desaparecen a causa del fuego. Unos incendios son por causa de la naturaleza, otros por accidentes, otros por la acción de algún desalmado y no hacemos nada. Ha llegado la hora de defender el papel de los ganaderos y agricultores aragoneses en la prevención de incendios forestales y en el mantenimiento de la vida y la economía de los pueblos en zonas desfavorecidas y de montaña.
Por eso, no pienso permitir el interés de algunos colectivos por criminalizarnos y hacernos responsables de estos incendios. Todo lo contrario. La sociedad debe saber, de una vez por todas, la gran labor medioambiental y social que realizamos los agricultores y ganaderos en el medio rural.
De hecho, el servicio público que prestamos ganaderos y agricultores, que bien podía denominársenos “jardineros del medio rural”, y en concreto me refiero al papel de vigilantes de las zonas más vulnerables a los incendios forestales, no está remunerado y ni siquiera suficientemente reconocido.
Desde UPA venimos defendiendo ante la Comisión Europea el mantenimiento de una política de apoyo al modelo del vacuno y ovino español, que a su vez comparte características con el de otros países europeos: sistemas de producción con o sin base forrajera –pastos comunales, etc.-, pequeñas y medianas explotaciones ligadas al territorio, predominancia de la vaca nodriza y ovino en más del 80% del territorio y la pervivencia de la trashumancia.
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Aragón defiende el papel "fundamental" de los agricultores y ganaderos como "principales gestores del territorio y como primera fuerza de choque para combatir los incendios". Es por ello que reclamamos a la Administración aragonesa medidas de apoyo para paliar las graves pérdidas ocasionadas por el fuego.
Quiero recordar que "lo más efectivo para evitar los incendios forestales es realizar labores de prevención". Por ello se debe valorar el papel de los agricultores y ganaderos en la gestión del territorio, como medida para prevenirlos.
El pastoreo racional en nuestros montes es la mejor "vacuna" contra esta terrible "enfermedad" que son los incendios forestales. Es preciso concienciar a la sociedad de las enormes pérdidas que se producen tras un incendio forestal, ya que el fuego no sólo provoca daños económicos importantísimos, sino también daños ecológicos, culturales y sociales, en muchos casos irreparables.
Quisiera concluir destacando y alabando la actitud de los ganaderos de la Ribagorza, absolutamente ejemplar, peleando desde el primer momento, desde que se activó el incendio, para que las pérdidas no fueran mayores, ¡¡Ánimo¡¡.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Las Cinco Villas, ni del cielo ni del suelo.  
NOS SECAMOS.

Es un placer amigo Roche, prestarte mi ayuda en este tema tan lamentablemente de moda y actualidad, como es la grave sequía que estamos atravesando y que puede suponer una merma muy considerable en la rentabilidad de nuestras explotaciones, tanto agrícolas como ganaderas.

Solo tenemos que remontarnos a enero y diciembre pasados para comenzar un análisis detallado de la situación. Son los meses de invierno citados anteriormente la clave de la campaña agrícola y ganadera, con sus precipitaciones y nieves, tanto en la montaña como en el  llano. 

Pero el ya sabido cambio climático nos trajo unos meses de temperaturas poco normales por lo altas que fueron y una ausencia total de precipitaciones. Con este escenario inicial, sólo nos quedaba confiar en que febrero fuera generoso en climatología.

Se produjo el efecto contrario, siendo un mes con unas temperaturas excesivamente bajas y poco habituales en esta zona de Aragón. Como resultado final, nos encontramos en estos momentos en una situación de presente y futuro a corto y medio plazo muy delicada para afrontar esta campaña con siquiera la mínima de las garantías de poder acabar los cultivos.

Actualmente, la situación más preocupante la presentan los secanos del cereal, en los que  nos podemos encontrar que, sin precipitaciones en los próximos días, los podemos dar por perdidos.

Sin hacer una valoración, porque sería jugar a las adivinanzas, si podemos afirmar que están en una situación muy alarmante.

Las Cinco Villas altas: Sos, Castiliscar, Sofuentes, Luesia, Uncastillo, etc, caracterizadas por ser más frescas y de recursos invernales, lo están sufriendo de una manera muy notable y cada día que pasa se aprecian los campos más claros de sementeros y con una vista muy característica de lo  que es una verdadera sequía.

De una manera más grave lo están sufriendo los secanos del sur de la comarca: Ejea, Tauste, Sádaba o Biota, siendo zona de menos recursos de agua invernal.
En el capítulo del secano, aun lloviendo en pocos días, la situación será de una reducción muy importante en la cosecha y de alargarse un poco más la ausencia de precipitaciones, la podemos dar por perdida.

En el futuro a corto plazo se presenta la campaña de riegos como la peor que se puede recordar desde la llegada del canal, hace más de 50 años.
En estos momentos, los regantes de Bardenas disponemos de aproximadamente de 1200 metros cúbicos por hectárea o lo que equivale a un riego a manta.  La idea de iniciar la preparación de las tierras para cultivos de verano como el maíz, arroz, girasol es una verdadera aventura, por estar el embalse de Yesa a menos del 40 por cien de su capacidad. Otros cultivos ya implantados, como la alfalfa, se encuentran en la misma situación.

En este capítulo podemos asegurar que las pérdidas por falta de cosecha  por no poder sembrar o arriesgándose a no poder finalizar el cultivo por la falta de agua, pueden ser millonarias. Tenemos que recordar que la Comarca de Cinco Villas esta inmersa en un plan de modernización de regadíos que están acabados y no podrán rentabilizarse.

En lo que al apartado ganadero se refiere, hay que recordar que la ganadería extensiva de la comarca por excelencia es el ovino, con una cabaña aproximada de 250.000 cabezas, que depende exclusivamente de los pastos en el monte, que no existen por la sequía tan acusada, unida a las bajas temperaturas del mes de febrero y también de los pastos de restos de cosecha, que este año podemos intuir su ausencia por la falta del agua.

Esta situación deriva en la estabulación de los rebaños con el consiguiente aumento de costes que ello supone, aproximadamente triplicar los de cualquier explotación. También están las ganaderías intensivas con una gran presencia del porcino y del vacuno, a las que se les une el aumento de los precios de los cereales en los piensos y el no poder disponer del agua para los animales con la regularidad que se tenía, esperando que no lleguemos a tener restricciones de agua para los animales y para el consumo de boca.

El ánimo entre los agricultores y ganaderos es de pesimismo y de impotencia. .Esperamos que las administraciones públicas comprendan y entiendan nuestra situación.

También hay que destacar las pérdidas que se pueden originar en el círculo empresarial que rodea al sector agroganadero, transportes, talleres, comercio, cooperativas etc...
Como conclusión podemos decir que, aun mejorando la situación con lluvias  primaverales, el año agronómico 2012 puede ser recordado como el peor  de los últimos 60 años, similar a los años 1949 y 1956.

‘AL PASO QUE VAMOS TODO PA YERMO, OYE…’

Enrique Arceiz
Responsable Ovino UPA Aragón